lunes, 21 de septiembre de 2015

Ser médico ¿moda, prestigio y dinero?

Últimamente muchas notas y tendencias en redes sociales muestran a las nuevas generaciones de médicos, estudiantes todavía, que dan "servicio social", atrapados in fraganti burlándose de pacientes, comentando cuánto odian atender a la gente, tocarlos, e incluso riéndose de la gente mayor en sus momentos finales, cuando se encuentran postrados en camas de hospital. ¿Dónde quedaron los días cuando ser médico era algo importante, cuando ser médico implicaba ser ético y respetuoso?

Por supuesto en el pasado hemos encontrado historias de médicos monstruosas, pero generalmente esto se relacionaba con alguna obsesión por ser los mejores, por encontrar caminos nuevos, experimentar, etc... HOY SE TRATA DE DINERO. Lo único que vemos son a un montón de chicos ambiciosos que estudian medicina porque "seguramente voy a ser rico", su ambición es barata y pobre mentalmente, no hay propósito más allá de las monedas. Es triste.

Ayer, en el domingo familiar, terminamos casualmente viendo una película sobre los Amish, esa comunidad curiosa que todavía subsiste en nuestros días, religiosos, conocidos principalmente por su estilo de vida hiper-sencillo, vestimenta tradicional, y su resistencia a adoptar comodidades y tecnologías modernas.

Amish

En la película, una comunidad se veía inmiscuida en un asunto policiaco, y terminaban cuidando de un extraño con heridas de bala; para mi sorpresa e ignorancia sobre las costumbres de dicha comunidad, los Amish aceptan la medicina moderna cuando lo consideran necesario, y según varios registros, cuando algún miembro decide ir a la escuela superior fuera de su comunidad generalmente se decide por la medicina, con el propósito claro de poder ayudar a su comunidad.

Me puso a pensar en aquellas películas mexicanas en las que llamar al médico del pueblo implicaba ir a buscar a ese sabio salvador a caballo, sabiendo de antemano que vendría a hacerse cargo de cualquier necesitado, porque ese era su deber y había hecho un juramento al respecto. En esta época pareciera que la medicina es una moda, cada escuela patito, por lo menos en mi ciudad, ha decidido abrir la carrera, no hay control, no hay ninguna vocación, para las escuelas también se trata sólo de dinero, por lo menos en la mayoría. No dudo que algunos de esos estudiantes de medicina vayan cada día pensando en ayudar a su comunidad, y que se quemen las pestañas creyendo en lo que hacen y la importancia de su labor; el problema es que parece ser que el 90% restante sólo está pensando en dinero, en ser el médico "más chingón" por el prestigio, el que trabaja en el hospital de renombre, el que llaman las estrellas a las que podrá cobrar millones por regresarles su salud.

El respeto por la vida parece irse apagando en este mundo mercantilizado, en este mundo donde nuestra comunidad generalmente no va más allá de nuestra familia, y eso si tenemos suerte; donde es como tirar una moneda al aire llamar a un médico si estás en apuros, y esperar que este llegue aunque no tengas un peso en la bolsa; donde existe gente asquerosa (y me quedo corta con el adjetivo) como Martin Shkreli y su Turing Pharmaceuticals quienes hacen estrategia de "negocio" con la vida de la gente.